Cigüeñas, garzas y garcillas.

Aprovechando estos días de lluvia, quiero proponer una actividad que al menos a mí me resulta muy satisfactoria.

Normalmente y aunque pueda parecer raro aprovecho siempre que llueve para coger la bicicleta y darme una vuelta por el Azud.

Todo comenzó un día de lluvia el año pasado en el que fuí a visitar nuestro maravillosa presita y zona especial de protección de aves, el Azud. Llevaba mis prismáticos, ya que me gusta sentarme en esa zona y observar algunas de las aves que allí se encuentran. Para mi sorpresa, a medida que iba avanzando observada que a diferencia de otras veces no iba a tener que usar los prismáticos, ya que, sorprendido, observaba como encontraba a escasos 15 metros las diferentes aves que allí iba a buscar.

Seguí pedaleando y fui viendo garzas, cigüeñas, carcillas y otras aves que, para mi sorpresa no me oían llegar como consecuencia de la caida de la lluvia, y que habían bajado a tierra firme a buscar algo de alimento.

Desde ese día en cuanto veo caer un poco de lluvia no dudo en enfundarme el casco y coger la bicicleta para apreciar ese olor a humedad, esa tranquilidad de los días de lluvia y todas esas especies animales tan cerca de mí que de otra manera dificilmente podría apreciar en estado de libertad.

Sin duda es una experiencia increible, os la recomiendo.